Mi mujer es a zorra, y es que cuando jovencito le gusta, le gusta. María decidió disfrutar de su capricho de a forma más íntima. Sobra decir que el subidón que le pego al chaval (que parecía que estaba viviendo el sueño de su vida) fue mayúsculo. Obviamente tuve que grabarlo a traición, así que lo que vais a ver es polvo con María. Solo tenéis que ver como gozan los dos para daros cuenta de que esto es a SESIÓN DE CUERNOS REAL.